viernes, 6 de mayo de 2011

MALDICIONES CUCUTEÑAS MODERNAS

Con los semáforos en mal estado o fuera de uso, la mala calidad de la malla vial, el grave problema del agua en Cúcuta, aunado al incremento de la delincuencia, por solo citar cuatro de la maldiciones modernas, dejando por fuera el sicariato, cotrabando, desempleo, corrupción, carencia de líderes que se hagan sentir a nivel nacional, etc., pareciera que la vieja y aguerrida raza motilona ha perdido ese ímpetu que los caracterizó durante la conquista española.

En las dos calles arterias de Cúcuta, entendiendo que en nuestra ciudad existen avenidas y calles, hay dos puntos neurálgicos, localizados en la calle 10 con avenida 2da y en la calle 11 cn avenida 2da, donde los semáforos presentan constantes fallas, y cuando se dice constantes son constantes, casi que semanalmente, porque las fallas de dichos elementos diseñados para regular el tráfico cuando fallan por lo general dejan encendidas simultánemente las tres luces o lo contrario, los apagan al unísono, negligecia que los secretarios de tránsito de turno en la administració municipal de Cúcuta, se quejan que desde los años setentan cuando se estableció la semaforización precisamente en esas dos vías arterias, poco o nada han sido actualizados, sumado a que los semáforos paulatinamente incorporados a la red en la ciudad, han estado trabajando siempre de forma independiente porque no ha existido un sistema unificado.

De la malla vial ni hablar, la estructura de movilización nunca contempló el elemental trato de las aguas lluvias como sistema, a la más leve llovizna se empozan las aguas, y como los fenómenos del niño y la
niña se alternan desde hace décadas, pues es una buena excusa para que los mandatarios de turno le echen la culpa al invierno, pero la verdad es que las vías cada vez presentan mas deterioro, salvo la Avenida Libertadores que está a cargo por concesión desde el año 2007 a San Simón, quien se dá el lujo de levantar capas de asfalto en buen estado, pero si miramos las otras que les corresponde mantener volvemos a la triste realidad de mala calidad frente a las casetas de cobro donde está su sede en la autopista a San Antonio, así como en la autopista a Atalaya y la Avenida al Aeropuerto.

Como se trata de la actualidad, nada mejor que el grave problema de los 800.000 habitantes de Cúcuta, quienes desde antes de semana santa 2011, mediados de abril, ya no salen de mano con sus parejas o familiares, sino con baldes y cuanto recipiente se les atraviese, en busca de agua., porque ¡ oh ironía, por culpa del agua no hay agua ¡ alegando el operario aguas Kpital, que se ganó el super baloto con el contrato de concesión a 20 años desde el 2 de junio de 2006, que no hay cómo luchar contra la naturaleza y las arremetidas del río Pamplonita, hablando de niveles de turbidez de hasta 32.000 unidades, cuando históricamente en invierno no pasaba de 3.000; lo que se les olvida a los operarios, es que la ley 15 de inicios del siglo xx, determina que la alegada fuerza mayor, es cuando no es previsible, caso que no es tan cierto, porque el fenómeno de las lluvias se conoce desde hace décadas y como operador no tomaron en cinco años las previsiones necesarias, como les corresponde ¿o es que nó estudiaron las condiciones ántes de ofertar como operadores?. Hoy el diario local, indicó que colapsó la boca toma de captación construída en asbesto-cemento ¿otro imprevisible? ¿y el asbesto no es cancerígeno? http://www.laopinion.com.co/noticias/index.php?option=com_content&task=view&id=372546&Itemid=27

Por si fuese poco, los niveles de delincuencia han retomado ribetes descomunales, casi todos los delitos se han disparado, alegan las autoridades que por los desplazamientos y lo que ahora llaman bandas criminales, desempleo y problemas fronterizos, pero no que no reconocen es que al interiror de quienes está a cargo la seguridad, policía y ejercito, varios de sus integrantes han caido en flagrancia o como cabecillas de grupos delincuenciales.

Si no aprovechamos que se acercan elecciones de Octubre 2011 para concejales, diputados, gobernación y alcaldía, para exigirles compromisos escritos a los candidatos, y desde luego a los congresistas, la verdad es que el futuro se ve bastante negro para esta región colombiana.

Rafael Camperos Higuera.

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